Determinación
—Sí, no te equivocas. Estaba preocupado por si serías capaz de cargar con las obligaciones y responsabilidades de ser la Princesa Heredera—. No había enfado en su voz, más bien tenía una expresión satisfecha.
Elise inclinó su cabeza de nuevo.
—Es completamente razonable. Carezco de muchas cualidades para ser Princesa Heredera—. Estaba aliviada de que el Emperador estuviera de acuerdo con ella, pero el Emperador no estaba realmente de acuerdo.
—Sin embargo, después de verte hoy, mis preocupaciones se han disipado.
—¿…eh?
—Viéndote hoy, creo que realizarás un impecable trabajo como Princesa Heredera.
—¡¡…!!
Y el Emperador siguió hablando satisfecho.
—Me has dejado sin palabras varias veces hoy. Debe de haber sido difícil para tí dejar de lado tu sueño después de meditarlo. Estoy orgulloso, ¡muy orgulloso!
—… — La cara de Elise se ensombreció. Ese no era el resultado esperado.
—N-No, realmente no estoy hecha para ese puesto. ¡Me conozco y sé que mi personalidad es…!
Elise expuso todas sus flaquezas, pero el Emperador no la dejó seguir.
—Suficiente. Entiendo lo que tratas de decir.
—Su Majestad…
—¿Qué edad cumples este año?
—… dieciseis años.
El Emperador desvió su mirada hacia el jardín. Había rosas de distintos colores adornando los parterres.
—Dieciseis. Hermosa edad, justo como esta flor—. Señaló un capullo de rosa roja, tenía un color realmente vívido y estaba claro que sería una hermosa flor cuando floreciera.
—Entiendo tus preocupaciones. La responsabilidad de ser la Princesa Heredera debe ser intimidante, pero ¿quién no tiene algún defecto? Lo más importante es como los superas, si mantienes la misma mentalidad que me has mostrado hoy te convertirás en una magnífica Princesa Heredera, y futura Emperatriz.
—¡¡!!
«¡No! ¡No quiero esto!» Elise sintió que iba a explotar de frustración. El Emperador no veía sus carencias, sólo la miraba con infinito cariño.
«¿Qué debería hacer? Tengo que cancelar el compromiso hoy» Si se rendía hoy, no sabía cuándo tendría otra oportunidad de ver al Emperador, y para cuando el compromiso fuera anunciado no habría vuelta atrás.
«¿Qué debería decir? ¿Debería decir que ya no me gusta el Príncipe Heredero?» Se mordió el labio, necesitaba encontrar la forma de escapar de esa situación.
Y de repente la solución se presentó
—Su Majestad. Hay otro motivo por el que quiero cancelar este compromiso.
—¿Y cuál sería?
Elise tomó aire, estaba preocupada por su reacción, pero simplemente lo soltó.
—En realidad… hay algo que quiero hacer.
—Oh, ¿y de qué se trata?
—Quiero convertirme en doctora.
❀ ◦ ❀ ◦ ❀
De nuevo el jardín se sumió en otro incómodo silencio. Elise había perdido la cuenta de cuántas veces había ocurrido hoy. Sin embargo, si antes había sido por la sorpresa esta vez era por incredulidad.
—… Elise, ¿una doctora?
Su padre apenas farfulló esas palabras. Creyó que era una broma, pero Elise simplemente asintió.
—Sí padre, quiero ser médico.
—Qué es este sinsentido…
Al Marqués le empezó a doler la cabeza. Pensaba que se estaba comportando bien estos últimos días, pero ¡causar semejante incidente en frente del Emperador!
—Elise, ¿es eso cierto? ¿Quieres ser doctora?
—Sí, es verdad.
—Incluso si te aprecio y me agradas, no puedo perdonarte si me mientes.
El Emperador la mió directamente, era una mirada que te inmovilizaba y leía a través de tus pensamientos. Pero Elise aceptó su escrutinio sin inmutarse.
«Es algo que acabo de exponer, pero realmente quiero volver a ser médico».
Pensó en su vida como doctora en la Tierra, el frío bisturí, el latido de su corazón, y la felicidad de salvar a alguien que estaba a las puertas de la muerte.
Bum-bum
El pensamiento de su anterior vida le aceleró el pulso. Tenía el aspecto suave y dulce de Elise, pero en su corazón seguía siendo doctora. Quería volver a experimentar la sensación de salvar una vida de nuevo.
—Aha. Una médico.
Viendo que estaba siendo honesta, el Emperador dejó escapar una risita.
*Créditos*
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