Abandonada
—Junco, ven a la Isla del Olvido para divorciarnos. — Cuando Weiwei por fin entró al juego, le esperaba este mensaje de su «marido» virtual.
«Imposible, no tardaron ni diez días en arreglar la conexión a Internet de la residencia. ¿Cómo pudo encontrar a alguien en tan poco tiempo?»
—¿Por qué? — estaba aturdida.
—Lo siento mucho, de verdad. Por favor, no preguntes. Te daré Divine Gear a cambio — No podía creer que tuviera la cara dura de ofrecerle una pensión para acallarla.
—Está bien —No podía decir más, se sentía dolida.
Un matrimonio virtual no era para tomárselo en serio; de hecho se casó con Agua para completar las misiones especiales para parejas casadas. Muchos miembro del gremio hicieron lo mismo. En aquel entonces, El Agua Real Es Inodora le mandó un mensaje preguntando si quería casarse y ella aceptó sin pensarlo demasiado.
Ya llevaban poco más de medio año juntos, y aunque Weiwei no lo amó ni se llamaron nunca por motes cariñosos, eran perfectamente compatibles. Tras luchar codo con codo durante tanto tiempo, había surgido entre ellos un vínculo especial, un fuerte sentimiento de camaradería.
«No es más que un juego, después de todo…»
—Iré enseguida —le respondió ya montada en su caballo.
El juego Sueños Entre Ríos y Lagos, era el último juego online WuXia1 que había salido al mercado. No tenía nada especial más allá de los hermosos gráficos y la gran variedad de avatares disponibles: existían dieciocho distintos para cada género.
El avatar de Weiwei era uno de los menos usados, una poderosa guerrera vestida de rojo armada con un sable. Pero, en comparación con la elegancia de la flauta de jade, las níveas cintas danzantes, la ligera y flexible espada o la Emeici2, el sable carecía de belleza o elegancia, de forma que pocas chicas lo escogían. Sin embargo, a Weiwei le gustaba, le parecía un personaje con fuerte personalidad, muy acorde a su estilo.Tras llegar a Isla del Olvido, ambos tomaron un vaso de Agua del olvido, y el sistema anunció: «El amor de Junco Humilde y El Agua Real es Inodora llegó a su fin y ya no existe vínculo entre ellos».
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Al día siguiente se volvió a conectar después de comer y La Diosa de la Tormenta, una muchacha del gremio con quien era bastante cercana, le mandó un mensaje:
—¿Qué ha pasado, Junco? ¿se han divorciado? ¡He oído que esta noche, a las ocho, El Agua Real se casará con La Diablesa de la Lluvia! —Weiwei se quedó callada— ¿Realmente se divorciaron?
—Sí.
—Qué lástima. El Agua Real es un buen chico, pero jamás pensé que se dejaría encandilar así, aunque es cierto que esa Diablesa es realmente guapa.
No se refería a su avatar. Tres meses atrás, la productora del juego organizó un concurso de belleza entre los jugadores, y los tres más votados recibirían equipo de máximo nivel. La Diablesa de la Lluvia subió unas cuantas fotos y un videoclip que le hicieron ganar mucha popularidad, y el resultado conmocionó a todo el servidor. Desde entonces, Diablesa se convirtió en el objetivo de todos los babosos salidos. Y su exmarido se iba a casar con esa chica al día de haberse divorciado de ella.
Aunque, habían sido más compañeros que amantes, no podía evitar sentirse frustrada. Y con el revoltijo de sentimientos que bullían en su interior se puso a dar cabezazos a la mesa.
—¡¿Cómo puede ser así?! ¡¿Cómo puede elegir el físico por encima del interior?! — Gritó en su habitación, de modo que su compañera de cuarto le tiró una almohada a la cara.
—¡Bei Weiwei! ¡Si eso lo dice una belleza como tú, imagínate cómo nos sentimos el resto de los mortales!
Y es que ella era realmente preciosa. Existen muchos tipos de belleza en el mundo, hay chicas elegantes, inteligentes, dulces, virtuosas, educadas… Y luego está Weiwei.
Una chica con aspecto de muñeca de porcelana, inteligente y trabajadora. Pero en este mundo tan superficial nadie lo creería. Sus encantadores rasgos y su estilizada y atractiva figura impedían que se notara lo demás.
De repente la muchacha recordó otras cosas odiosas de la vida, así que continuó dándose de cabezazos contra la mesa.
Mientras tanto, en el ordenador, La Diosa de la Tormenta seguía hablándole.
—Después de aquel concurso, escuché que Diablesa quería casarse con alguien del servidor, pero no sabía que era El Agua Real. Y, ahora que lo pienso, los he visto hacer bastantes misiones juntos últimamente. — Como imaginaba, habían pasado mucho tiempo juntos mientras ella no estuvo— Vamos… En realidad, no puedes culpar a Agua Real. De hecho…
—¿De hecho qué? —Escribió con una mano mientras que con la otra cogía un vaso de agua.
—De hecho… —Bebió un sorbo— eres muy buena jugando y tienes el sexto puesto en el ranking de JcJ³, es más, nunca le pides a nadie nueva equipación, así que muchos jugadores creen que eres… un travesti. — Escupió el agua empapando la pantalla del ordenador.
*Créditos*
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