El duelo
—¿Por qué? ¿Por qué no salimos un poco antes? ¡Podríamos haber comido frente a Xiao Nai!—Se quejaba Si Si durante la cena.
—Eso en tus sueños,—Er Xi no tardó en bajarla de la nube—. Era obvio que estaba con personas importantes, estarían negociando, probablemente, en una sala privada.
—He oído que Nai está teniendo problemas con su compañía,—añadió Xiao Ling.
—¡Imposible!—Gritó Si Si.
Weiwei y Er Xi también la miraron con incredulidad; para los de primer año Xiao Nai era una especie de divinidad. ¿Qué problemas podría tener un dios?
—Me lo dijo Da Jun,—explicó Xiao Ling.—En su equipo de baloncesto hay un par de personas que trabajan en su compañía, hace poco cenando juntos, bebieron y a alguno de ellos se le escapó. Supuestamente hace un par de días, tuvieron problemas con los inversores.
—¡No puede ser!—Dijo Si Si—. ¡No es algo que le pasaría a Xiao Nai!
Weiwei no podía hablar, estaba ocupada comiéndose las alitas; pero asentía enérgicamente con la cabeza. «¡Era Xiao Nai, de quién hablaban! No sólo era un ave de distinto plumaje, era un fénix. ¿Realmente habría un obstáculo que él no pudiera superar?» En ese instante, le vino a la mente esa media sonrisa que acababa de ver y empezó a dudar.
—¿No consigue inversores?—. Preguntó Er Xi.
—Ni idea. Por cierto, todo esto no son más que rumores y conjeturas, no sabemos lo que pasa en realidad, así que mejor dejemos el tema.
—Ahá—, Weiwei no podía ser más elocuente en ese instante; tenía la boca llena—. ¡Digeriré la información junto con las alitas!
La vida de los genios estaba muy lejos del alcance de las chicas, y pronto pasaron a temas más mundanos.
❀○❀○❀
Al volver a su habitación, Weiwei se conectó enseguida, pero, para su sorpresa, nadie estaba en línea. Sin nada mejor en mente, accedió al foro del juego, en busca de información sobre el torneo en pareja.
Antes apenas se conectaba al foro, no le gustaba usar guías ni atajos. Creía que se disfrutaba más del juego si descubría las respuestas por sí misma, pero, desde que se casó con el Grandmaster, revisaba a menudo las entradas. Quería conocer las mejores tácticas para combatir en pareja, y había mirado incluso, por curiosidad, cómo tener hijos en el juego. Era sorprendentemente simple: lo único que tenían que hacer era pasar una hora entera en los aposentos. El problema venía luego; la fuerza de la mujer disminuiría escandalosamente durante el embarazo y no podía luchar mucho o se arriesgaba a abortar.
«¡Menuda broma! Es injusto, sólo es un juego», desechó la idea.
Curioseó un poco más, y antes de desconectarse un nuevo post le llamó la atención; una subida del Agua Real, estaba entre los más vistos: «VÍDEO concurso Nuestra historia: La Lluvia despertó el aroma en el corazón del Agua»*.
Weiwei había leído algo de ese evento, era uno de los temas más populares del servidor; los jugadores tenían que grabar un vídeo con sus personajes representando una historia de amor. No había límite de duración de imagen y el juego tenía una opción para grabar, así que cualquiera podía participar. Los ganadores se escogerían por votación popular y los premios eran bastante llamativos.
Curiosa, decidió ver el vídeo de su exmarido. El tema estaba un tanto trillado, la típica historia en la que el héroe salva a la doncella en apuros, protagonizado por El Agua y La Diablesa, también incluían de fondo al gremio de la Lluvia. Pero, se sorprendió al ver al villano: La tonta Weiwei*. Era su mismo avatar, aparecía en varias escenas: unas veces llorando desconsolada, otras furiosa insultando a los protagonistas… hacía gala de un orgullo desmesurado, que contrastaba con la belleza y elegancia de la Diablesa, quien siempre le respondía en verso. La última escena era un primer plano de ella en la vida real, animando a los jugadores a apoyarlos y en la descripción del vídeo El Agua Real declaraba al mundo cuánto la amaba, también pedía el apoyo de los demás para conseguir los atuendos a juego de siete colores.
«Parece que ella se enamoró del premio más simple».
Contra más leía, más aumentaba su enfado, «¿¡por qué!? ¿Qué necesidad tenían de publicar un vídeo tan humillante?». Quería desahogarse, pero El Agua no estaba conectado. No podría tragarse esa ira y le dejó un mensaje; «¿Te divierte humillar a los demás? no esperaba que cayeras tan bajo…»
«Mensaje enviado»
Estaba airada, pero no le duró mucho. Prefirió desconectarse y descansar, «mañana será otro día».
❀○❀○❀
Cuando pudo conectarse de nuevo, al día siguiente por la noche, tenía un mensaje del Agua Real esperándola:
«Admito mi derrota, eliminaremos el vídeo y subiremos uno nuevo.
Quiero aclarar que ni La Diablesa ni yo ideamos a esa villana. No nos fijamos en ella hasta que revisamos el resultado, verás que no sigue el guión… Fue un miembro del gremio de la Lluvia que quiso hacer la gracia, no le dimos importancia y lo subimos así.
Me disculpo, creo que ya he pagado por mi error…
He bajado de nivel, estamos en paz».
—«¿De qué estás hablando?» — le escribió, Weiwei, confusa —, «no te sigo».
Ya no respondió, a pesar de seguir en línea. Buscó a Nai He en su lista de amigos y estaba conectado.
—«Grandmaster, ¿degradaste al Agua?»
—«Ven a los Montes Verdes, estamos atacando a un jefe»
Esa fue su única respuesta, tan seca como siempre.
❀○❀○❀
Llegó enseguida a la ubicación acordada, aunque la recibió el grito del Tipo del Monte:
—¡Atácalo! ¡Vamos, deprisa dale el golpe de gracia!
Weiwei, un tanto confundida, se repuso y atacó. Apenas le quedaban puntos de vida así que cayó de un toque; recibió la misma experiencia que los demás y parte del botín sin haber «hecho nada». Seguía intrigada por el tema del Agua, y volvió a preguntar.
—Nai He, ¿de verdad asesinaste al Agua?
—Ahá.
No sabía cómo responderle, había terminado involucrándole en sus problemas. Aunque estuvieran «casados» era más bien una colaboración, y no debería arrastrarlo a sus disputas.
—Siento haberte causado molestias.
—No te preocupes—, contestó al instante,—hacía tiempo que le tenía ganas.
—¿P…por qué?—Nunca se habían cruzado, ¿qué pudo haber hecho para enfadarlo así?
—Sencillo, no me gusta.
No supo qué responder a eso, fue una contestación tan… suya.
—Oye cuñada—, les interrumpió El Tipo del Monte —¿ya sabes lo del vídeo?
—Sí, ayer entré en el foro y lo ví, no había nadie conectado.
—Ya veo,—suspiró Mozarta—. Intentamos ocultarlo con todas nuestras fuerzas…— Sólo pudo responder: >o<
—Por cierto,—dijo Junco tras un rato de silencio—. ¿Cómo bajó de nivel? en los encuentros en la arena no se altera el rango…
En la arena tenían lugar las luchas de gladiadores y una derrota no afectaba el nivel de los jugadores.
—Fue un duelo.
*Créditos*
Comentarios recientes